El desarrollo de una investigación social, en el que se pretenda definir una postura crítica sobre algún acontecimiento que sea de interés colectivo y que nos asuma como participantes y generadores de conocimiento, cualquiera que sea su tipo, debe contextualizar el espacio y tiempo en que se lleva a cabo, además al ser crítica debe definir y caracterizar el grupo social en el que se desarrollará, por lo tanto mencionaremos algunas de las corrientes que analizan a los grupos sociales, en especial los referentes a la psicología social, dentro de los cuales tendríamos: Conductismo (Pavlov, Skinner); Psicoanálisis (Jung, Freud, Lacan); Psicología Posmoderna (materialismo dialéctico) y la actual Perspectiva de los Grupos donde encontraríamos: Teoría de la Identidad, Teoría del vinculo y la Teoría de la Comunicación Humana (Habermas).
Al analizar un grupo es necesario asumir una postura crítica, es decir el hecho de pertenecer a un grupo no implica que tengamos que ser ajenos a las formas de organización existentes, una de ellas es la que se presenta en los centros de educación superior de la ciudad de México, en especial de la UAM Xochimilco, desde la perspectiva del “análisis de grupos” y en especial en lo referente a la Teoría de la Comunicación Humana, en los términos de Habermas, quien plantea al afirmar en su Teoría de la Acción Comunicativa que la validez del habla se integra por: Inteligibilidad, verdad, rectitud y veracidad podríamos referir que en el ejercicio del habla como acción comunicativa en el salón de clases nos encontramos alejados de la participación colectiva consciente o la decisión por consensuar la verdad, al parecer y por lo que se mostró en el ejercicio de las “marionetas emocionales” en el salón de clases con el psicodrama, nos encontramos en términos de Freud contagiados por la masa y controlados por el líbido, asimismo el simple hecho de estar en un salón de clases implica una relación institucional en la que la autoridad suele ser asumida en términos de paternidad, sustento lo anterior en el ejercicio mediado por un reconocimiento social, por lo tanto podríamos ser asumidos como masas artificiales comparables a la iglesia y el ejército, Freud señala:
“Las neurosis de guerra que disgregaron el Ejército alemán, representaban una protesta del individuo contra el papel que le era asignado en el Ejército, y según las comunicaciones de E. Simmel, puede afirmarse que la rudeza con que los jefes trataban a sus hombres, constituyó una de las principales causas de tales neurosis…Habremos de tener en cuenta, que en las dos masas artificiales de que venimos tratando -la Iglesia y el Ejército- se halla el individuo doblemente ligado por lazos libidinosos; en primer lugar, al jefe (Cristo o el general), y además, a los restantes individuos de la colectividad... creemos poder reprochar ya a los autores no haber atendido suficientemente a la importancia del director para la psicología de la masa. En cambio, nosotros nos hemos situado en condiciones más favorables, por la elección de nuestro primer objeto de investigación, y creemos haber hallado el camino que ha de conducirnos a la explicación del fenómeno fundamental de la psicología colectiva, o sea de la carencia de libertad del individuo integrado en una multitud.”[1]
Tal vez el miedo a ser señalados como inadaptados en los que nos mantiene durante más de 15 años de nuestra vida en centros escolares donde la institución educativa, es la que sustentada en una legislación y aprobación social, legitima su existencia, pero también sus formas de control y disciplina, entonces queda preguntarnos si cuestiones como lo teorizado y practicado por Makárenko en Rusia en su trabajo colectivo y la reeducación a la forma de las pandillas, es una de las formas de acceder a una sociedad violentada estructuralmente, parece que mientras la ausencia de colectividad consciente siga permeando el diálogo en el aula, seguirá prevaleciendo la institucionalidad freudiana que tanto nos limita y obliga a ser sujetos de una sociedad además de injusta, imperativa y prohibitiva, ajena más obligada al diálogo como forma de interacción entre iguales.
Por lo tanto, cuestionando la investigación en cualquier grupo a estudiar, preguntaríamos: ¿el diálogo, como interacción entre iguales, es necesario en un grupo para re-conocer la inteligibilidad, verdad, rectitud y veracidad de sus palabras como integrantes de un grupo y así definir si nos encontramos frente al conocimiento real de un grupo?; respondiendo a forma de hipótesis afirmativa: Sí así fuera tendríamos que comenzar por definir que estamos en una sociedad donde los políticos actuales, además de usar nuestro espacio colectivo para violentar, asumen que estamos en un país donde lo más importante es cuidarnos los unos de los otros y no cooperar en las más elementales necesidades colectivas, como lo podrían ser las lenguas muertas que no son habladas porque el sistema excluye, pero también hay conceptos muertos como lo sería la igualdad en el acceso a los servicios, cuando estamos en un país en el que sólo el 1% de la población tiene acceso a la educación superior, entonces podríamos afirmar que: en los grupos institucionales de la sociedad mexicana se educa con carencia de inteligibilidad, verdad, rectitud y veracidad; y extrapolando a lo que es un grupo: un grupo está definido por las condiciones colectivamente aceptadas en las que se desenvuelven todas las actividades inherentes a un grupo humano, cuando éstas son violentadas desde el lenguaje mismo no se puede hablar de grupo, se hablaría de fragmentación de grupo.
Debemos asumir que si la educación del Estado se usa para auto-legitimarse, nuestra labor es retroalimentar a la sociedad no sólo investigándola, sino aumentando la imaginación con la que podemos resolver los problemas, donde los psicodramas, sociodramas, teatros colectivos, museos itinerantes, happenings, pueden ser utilizados en un grupo con fines didácticos que esclarezcan, en un contexto determinado, la intencionalidad de la colectividad en una fotografía, como lo es en el grupo de sociología de X trimestre donde la interacción sigue siendo parte esencial de nuestra forma de socializar. Siguiendo pues con la búsqueda por la autogestión del conocimiento, quedarían las siguientes preguntas: ¿las instituciones escolares actuales aplican políticas incluyentes por temor a que la masa sea educada y le quite poder al Estado?, ¿la masa está tan condicionada que no se educa para liberarse?, o ¿nos encontramos en un proceso de reeducación que nos llevará definitivamente a una sociedad donde el diálogo entre iguales sea obligatorio?
[1] FREUD, Sigmund. Psicología de Masas y Análisis del Yo. Versión electrónica. Capítulo XI. UNA FASE DEL YO. 1937. Pp.: 14
Respondiendo a la pregunta ¿las instituciones escolares actuales aplican políticas excluyentes por temor a que la masa sea educada y le quite poder al Estado?.
ResponderEliminarPodría responderse esta pregunta asumiendo la postura de la resistencia en la que se dice que la escuela es un espacio de dominación/liberación, esta postura dialéctica es la que permeará el análisis sobre la aplicación del curriculum oculto en alguna prepa del GDF.
19 de noviembre de 2010 01:33