Oscar (Obj Part 4 y 5)


RESISTENCIA Y REPRODUCCIÓN EN EDUCACIÓN.

La resistencia es una valiosa creación teórica e ideológica que ofrece un importante enfoque para analizar la relación entre la escuela y la sociedad amplia.
Henry A. Giroux

Si hablamos de la teoría de la resistencia en la educación tenemos que hablar  de la teoría de la reproducción como su contraparte, como hilo conductor de un  enfoque desde el punto de vista crítico radical, en contraste con la visión liberal de que la escuela pública ofrece posibilidades de desarrollo individual, movilidad social, así como poder político y económico, a las clases más desprotegidas por el Estado. Precisamente ese juicio de acerca de las funciones primordiales de la escuela, las cuales son en realidad, la reproducción de la ideología de la clase dominante, formas de conocimiento y la distribución de las habilidades necesarias para la división social del trabajo, es el que nos permite comprender que la escuela funciona como herramienta de reproducción social y cultural, legitimando a su vez la practica del capitalismo con sus consecuencias sociales emanadas de la clase dominante.

Motivo por el cual, coincidimos con la crítica de Paul Willis cuando afirma: El propósito principal de la educación, el de la integración social de una sociedad de clases, sólo puede lograrse preparando a la mayoría de los chicos para un futuro desigual, y asegurando su subdesarrollo personal. Lejos de reconocer en la economía papeles productivos que simplemente esperan ser “imparcialmente” llenados por los productos de la educación, la perspectiva de la “Reproducción”, a la inversa, sugiere que la producción capitalista y sus papeles exigen ciertos resultados educacionales.[1]

En la actualidad podemos observar de forma muy evidente como la escuela ha sido despojada de su origen político y ha sido  orientada social y culturalmente hacia la lógica capitalista; los críticos de la educación como Giroux, incluso el mismo Willis, mantienen la tesis de que la escuela se orienta hacia tres sentidos como forma reproductora: en primera instancia, la escuela proporciona a las diferentes clases y grupos sociales, el conocimiento y habilidades necesarias para ocupar un lugar en la estratificación de la fuerza de trabajo basada en clase, raza y sexo. En segunda instancia, la escuela aparece también como reproductora cultural, puesto que distribuye y legitima a su vez, las formas de conocimiento impartido, los valores de la sociedad, lenguaje y costumbres de la cultura dominante para continuar incrementando y alimentando sus intereses.  Y, finalmente, las escuelas forman parte del aparato estatal que produce y legitima el proceso económico así como también el ideológico, que oculta a su vez, el poder político y clasista del Estado.

Por lo anterior, es necesario analizar la teoría de la reproducción presente en los análisis del mismo Willis, Giroux, incluso Apple, puesto que han contribuido a una mejor comprensión de la naturaleza política de la enseñanza y su relación con la sociedad dominante. En este sentido, la teoría de la resistencia intenta demostrar que los mecanismos de la reproducción social y cultural siempre encontraran elementos de oposición que se manifestaran de alguna u otra forma. Esto es, el papel de los estudiantes al desafiar los métodos de opresión escolar, así como las formas de participación activa a través de un comportamiento de oposición, que los mantendrá relegados por su condición de clase.

De tal manera, podemos afirmar que, uno de los principios de la teoría de la resistencia, es que las escuelas no sólo representan terrenos manifiestos de contradicción estructural e ideológica, sino también de resistencia juvenil moldeados colectivamente. Las escuelas son ámbitos sociales que se caracterizan, porque en ellas los planes de estudio ocultos compiten con los evidentes, las culturas, ya sea dominante o dominada, se enfrentan entre sí, por lo que las ideologías propias de clase entran en disputa. Y claro que conflicto y resistencia tienen lugar en un contexto favorecido para la clase dominante, ya que las relaciones de poder siempre son asimétricas para su beneficio; sin embargo debemos resaltar que también existen campos de resistencia donde la clase, la raza y el sexo se oponen  a los mensajes centrales de las escuelas, siendo éstas, verdaderos ámbitos políticos, culturales e ideológicos que existen de manera independiente a la economía del régimen capitalista.

Finalmente podemos definir, (para introducirnos posteriormente en sus particularidades de cada una de ellas) que la teoría de la reproducción acentúa su interés por el poder y la manera de perpetuación de la clase dominante asegurando la debida complacencia de las clases subordinadas; mientras que la teoría de la resistencia reivindican la creatividad en la cultura de estas clases; dichas clases que participan en le proceso de producción, tienen un carácter de ambigüedad, ya que forman parte tanto de la reproducción como de la resistencia, formándose bajo el carácter represivo del capital representado por las instituciones, en éste caso, la escuela.

Como bien podemos percatarnos la teoría de la resistencia se debe a la teoría de la reproducción, siendo ambas factores determinantes en las relaciones al interior del salón de clases. Esto nos obliga a desarrollar conceptualmente ambas vertientes y poderlas enmarcar en un contexto sociohistórico, en el análisis del alumnado de la s preparatorias del G. D. F., particularmente del plantel Magdalena Contreras.



[1] Willis, Paul. Producción Cultural y Teorías de la Reproducción, en Raza, Clase y Educación, Londres, 1983, p. 110